Hasta los no cerveceros saben que Alemania es sinónimo de cultura cervecera. Hasta el punto de que su fiesta más famosa internacionalmente (Con permiso de la Love Parade) es una fiesta dedicada a la cerveza. La Oktoberfest.
Es tal su pasión por la cerveza que les llevó a legislar su fórmula en la que se considera, la ley de alimentación más antigua del mundo. La Reinheistgebot (ley de la pureza), una norma que fija los ingredientes que puede contener esta bebida para poder ser llamada cerveza en Alemania, vigente desde 1516.
Es quizás el origen de tantas y tantas denominaciones de origen alimentario que existen actualmente en el mundo para proteger la cultura gastronómica.
En toda Alemania, la cerveza es una cultura muy popular. En Alemania hay más de 1.000 fábricas de cerveza, más que en ningún otro lugar del mundo.
Toda la cerveza que se fabrica en Alemania debe seguir la ley de pureza, que permite a los fabricantes saber qué ingredientes pueden y no pueden utilizarse. Básicamente, los únicos ingredientes permitidos para fabricar cerveza en Alemania son el agua, el lúpulo y la malta de cebada.
Debido a los estrictos requisitos de pureza, las cervezas alemanas se distinguen fácilmente por su nivel de calidad general. Tienen un sabor distinto, con poco o ningún regusto. Algunos estilos de cerveza alemana son Koelsch, Weizen y Altbier.
Algunos tipos de cerveza rubia alemana son la Bock, la Pilsener, la Dunkel, la Helles y la Maerzen. Tenga en cuenta que el sabor, el aroma y el color pueden variar, aunque todas pueden identificarse como verdaderas cervezas alemanas.
La cerveza alemana Altbier es una cerveza oscura muy común, que se fermenta en las regiones bajas de Alemania. La cerveza propone un color amarillo, con un sabor rico en lúpulo. Otra cerveza negra, la Rauchbier, es conocida por su sabor ahumado y su color ahumado. Estas cervezas tienen un gran sabor y son muy populares en todas las regiones de Alemania.
Las lagers alemanas también son muy populares, y también lo son en otras zonas del mundo. La Pilsener es una de las cervezas alemanas más populares y conocidas, y ofrece más lúpulo y menos malta. La Pilsener se puede encontrar a la venta en todo el mundo, y resulta ser muy popular también en Norteamérica. Varios bares la sirven, ya que es una de las cervezas oscuras más populares.
En toda Alemania hay varias empresas que producen más de 4.000 marcas de cerveza diferentes. Algunas de las empresas más conocidas y grandes del norte de Alemania son Beck, St. Pauli, Warsteiner y Krombach. En la región del sur de Alemania hay más cervecerías, aunque la mayoría de ellas son más pequeñas, ya que son de propiedad y gestión local.
En el sur de Alemania se encuentra también la Abadía Benedictina, que es una de las cervecerías más antiguas del mundo. Esta cervecería comenzó a producir cerveza en 1040, algo impresionante.
En Alemania también se celebra la Oktoberfest, que tiene lugar cada año en Múnich. La Oktoberfest comienza a finales de septiembre y se prolonga durante dos semanas, terminando a principios de octubre. Durante la Oktoberfest, bebedores de cerveza de todo el mundo viajan a Alemania y celebran las cervezas alemanas. Cada año, más de 5 millones de personas asisten al evento, lo que lo convierte en una de las mayores celebraciones cerveceras del mundo.
Durante la Oktoberfest, las cervecerías locales de Múnich son las únicas autorizadas a servir cerveza en las carpas más grandes. Hay seis cervecerías en total, que producen una gran variedad de cervezas diferentes. Si asiste a este evento anual, podrá aprender más sobre la cerveza alemana, probar las diferentes variedades y disfrutar de los ricos y atrevidos sabores que hacen que la cerveza alemana sea tan popular.
Debido al éxito que tiene la Oktoberfest cada año, otras ciudades del mundo intentan imitar este evento. Aunque tienen éxito, su nivel de éxito no se acerca al de la Oktoberfest original de Alemania.
Un truco que no todo el mundo lo conoce es que si quieres conocer el Oktoberfest en Múnich y no quieres gastarte demasiado dinero, puedes acudir a la fiesta de la primavera en Mínich que es prácticamente lo mismo que el Oktoberfest pero con algunas casetas menos.
Pero la esencia es la misma, podrás ver los trajes típicos Alemanes, cantar el “Ein Prosit” y probar las cervezas locales, sin dejarte la cartera en buscar alojamiento debido a que es una fiesta menos conocida.
Las cervezas alemanas son muy populares en todo el mundo, y el Oktoberfest contribuye a demostrar esa misma afirmación. Si bebe cerveza pero nunca ha probado las cervezas alemanas, debería probarlas.
Una vez que lo haga, se dará cuenta rápidamente de por qué las cervezas alemanas son tan populares, y por qué su sabor no puede ser duplicado por ninguna otra cerveza.